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El Madrid de los Austrias o Barrio de los Austrias, como es también conocido, es una zona de Madrid que no tiene una delimitación administrativa, si no más bien corresponde a la Villa de Madrid en la época medieval. Esta parte de la ciudad es también conocida como El Madrid Antiguo.
Como un turista más conoceremos su calles, sus leyendas, sus edificios y cualquier cosa que resulte curiosa o de interés. Comenzaremos por la Plaza de la Villa por dos motivos. Primero, por ser este prácticamente el punto central de un Madrid Antiguo que, podemos considerar comprendido entre la Puerta del Sol y el Palacio Real, y segundo, porque en 1619 cuando esta plaza se llamaba Plazuela de San Salvador, había una casa en la que se celebró la primera sesión del ayuntamiento de la Villa de Madrid.
Como cualquier niño que corretea por el barrio, así lo hacía yo, pero como mi barrio era este (vivía en la calle Mayor) y además ya entonces ya era propenso a meter mis singulares 'napias' incluso donde no eran bienvenidas, pues conocía El Madrid de los Austrias como la 'palma de mi mano' (y parte de la de un amigo), así que, con esos recuerdos voy a tratar de desarrollar este tema (y donde me fallen los recuerdos, trataré de buscar la información necesaria). Así que, ¡empecemos!.
Con las imágenes que adornan este tema he creado una galería de imágenes que puedes ver pulsando AQUÍ. |
Plaza de la Villa.-
En El Madrid Antiguo la Plaza de la Villa ha sido siempre el núcleo neurálgico de Madrid. En esta plaza, antes conocida como Plazuela de San Salvador, por la iglesia del mismo nombre que daba también a la calle Mayor, fue donde el 19 de agosto de 1619 celebró el ayuntamiento su primera sesión en la casa que había sido de Juan de Acuña (presidente del Consejo de Castilla). Después, en 1629, Felipe IV concedió licencia al Ayuntamiento para labrar sobre la dicha casa de Juan de Acuña, un edificio que le sirviera de sede.
La plaza de La Villa, abierta a la calle Mayor, fue centro neurálgico del Madrid medieval, al equidistar tanto de la puerta de Guadalajara, a la que se accedía a la Villa desde el Este, como de la puerta de la Vega, acceso desde el camino del río Manzanares.
A la izquierda (mirando desde la calle Mayor) se ubica la Casa y Torre de los Lujanes, dos edificios anexos que se encuentran entre los más antiguos de Madrid, pudiendo fecharse la torre a principios del siglo XV, y la casa a finales de ese mismo siglo. Fue residencia de la familia de los Luján, un linaje poderoso procedente de la aldea aragonesa de Luján, y desde 1866 es la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
A la izquierda de la Torre de los Lujanes nace la calle del Codo, estrecha callejuela de 75 metros que une la plaza de la Villa con la plaza del Conde de Miranda. Esta calle forma un ángulo de casi 90ª por lo que fue bautizada, por el conde de Grafal, con este nombre.
Al fondo de la plaza está la Casa de Cisneros, siguiente en antigüedad a la Casa y Torre de los Lujanes, pues data del siglo XVI. A la izquierda de este palacio-casa histórico, de llamativa fachada que da a la calle de Madrid, nace la calle del Cordón, estrecha callejuela con varios tramos de escalinatas.
La fachada que da a la plaza de la Villa fue remozada en 1909 (manteniendo de estilo plateresco), cuando el Ayuntamiento de Madrid adquirió la propiedad del palacio y procedió a su reforma para integrarlo dentro de las dependencias de la Casa de la Villa. Se construyó un pasadizo elevado en forma de arco para unirla a la Casa de la Villa.
La Casa de la Villa, del siglo XVII, ha sido la sede central desde finales de dicho siglo XVII hasta recientemente al mudarse al Palacio de Telecomunicaciones en la plaza de Cibeles. En la actualidad se usa para eventos oficiales.
Y en el centro de la plaza el monumento a don Alvaro de Bazán, almirante español del siglo XVI, celebre, entre otras cosas, por no haber sido derrotado nunca.
Calle Mayor.-
Numerosos acontecimientos han tenido lugar en esta calle, que une la Puerta del Sol, con la Cuesta de la Vega, pero sin duda el más significativo ha sido el atentado sufrido por parte del anarquista Mateo Morral, contra el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia el 31 de mayo de 1906, día de su boda.
En esta calle se encuentran un par de establecimientos peculiares.
1.- En el número 59 se encuentra la farmacia más antigua de Madrid, 'La Real Botica de la Reina Madre'. Farmacia que inicialmente se inauguró por un alquimista veneciano, alquimista del rey Felipe II, en la calle Sacramento 3 en 1578, y que, en 1914 se trasladó desde la calle Sacramento hasta la calle Mayor. En esta farmacia se fabricaba la pomada facial relajante usada por la reina Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V y madre de Carlos III, lo que dio fama a la farmacia y, de donde probablemente venga su nombre.
En el sótano existe un pasadizo (actualmente tapiado a los 5 metros), y que según una leyenda, muy poco veraz, era un pasadizo subterráneo que comunicaba con el Palacio Real y que se utilizaba para llevar los encargos a los reyes.
Lo que si es cierto es que, durante el siglo XIX se hicieron famosas las tertulias en el sótano del antiguo local, reuniendo a liberales, progresistas y republicanos, entre los que pudo estar D. Benito Pérez Galdós, que menciona esta botica en sus 'Episodios Nacionales'.
En la calle Mayor existen varios edificios singulares, siendo un de estos en el que está ubicada esta farmacia, un edificio de tipo modernista obra de Jesús Carrasco-Muñoz Encina.
2.- El restaurante 'Casa Ciriaco' situado en el número 84 de la calle Mayor (este edificio se conocía popularmente como 'La casa de la Bomba' por ser donde Mateo Morral ejecutó el atentado contra los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia el 31 de mayo de 1906, aunque entonces 'Casa Ciriaco' con tal nombre no existía), es una casa de comidas (comedor-tasca) típica de la cocina madrileña.
Ha sido testigo del paso de reyes, artistas y otras personas famosas. Ha sido el punto de encuentro de políticos, intelectuales, artistas o toreros en Madrid. De sus fogones salen sus famosos callos, sus escabeches, de perdiz y de trucha, la pepitoria de gallina, su plato estrella junto con el cocido madrileño en dos vuelcos, o su sencillo y no menos célebre 'revuelto de patatas Julio Camba'.
Si, uno de sus platos es el 'revuelto de patatas Julio Camba', y es que este conocido periodista, ligado a la historia de ABC desde 1913 hasta su muerte, en 1962, fue uno de sus más ilustres clientes. En 'Casa Ciriaco', se han mantenido, la tercera semana del mes, las famosas tertulias literarias de 'Los amigos de Julio Camba'
En la fachada, en una placa dedicada al personaje valleinclanesco Max Estrella, puede leerse: 'En la obra teatral denominada Luces de bohemia (publicada en 1920) y compuesta por Ramón María del Valle-Inclán el protagonista Max Estrella, un poeta miserable y ciego emprende su trágico peregrinaje nocturno'.
En todo 'El Madrid de los Austrias' hay montones de excelentes sitios para comer, pero puedo dar fe (yo vivía en la misma calle Mayor) de que en Casa Ciriaco he comido como en ninguno (el ambiente también hay que tenerlo en cuenta).
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Tras la calle Mayor, a la altura donde se cruza con la calle Bailen, hay una pequeña callejuela, calle de La Almudena, existe una tasca con azulejos y columnas labradas, 'El Anciano Rey de los Vinos', uno de esos bares llenos de abuelos y gente del barrio, que data de 1909, y cuya especialidad en el vermú de grifo tal y como publicitan a la entrada.
Esta tasca que, inicialmente solo tenía fachada a la calle de la Almudena, ha sido ampliada para también asomarse a la calle de Bailen, ,disponiendo ahora de una terraza con vistas al Palacio Real y la Catedral de la Almudena. También se le ha incorporado de cocina por lo que, también se puede disfrutar de ese vermú con pinchos y raciones. Y en su comedor de una excelente cocina española.
A esta altura de la calle Mayor y justo enfrente, en el número 79, nos encontramos el 'Palacio de Uceda', sede de la Capitanía General o Región Militar Centro, y que es uno de los ejemplos más característicos de la arquitectura palaciega del siglo XVII en Madrid. Debido al fuerte desnivel del terreno que ocupa, las fachadas del Palacio de los Duques de Uceda son muy diferentes entre sí. La delantera, a la calle Mayor, muestra tres plantas y unos portales de acceso majestuosos. La trasera, al Pretil de los Consejos, muestra cinco plantas y algunas aberturas que pudieron funcionar en su día como puertas de servicio.
Al lado de este palacio o Capitanía General, y justo enfrente desde donde Mateo Morral arrojó la bomba. se encuentra el monumento que recuerda el atentado sufrido por sus altezas Dña. Victoria Eugenia y D. Alfonso XIII al retorno de su boda y a las víctimas que ocasionó. El monumento actualmente existente no es el original en honor a las víctimas del atentado, que era más majestuoso. En 1908, dos años después del suceso ya se instaló en el mismo lugar otro monumento, mas grandioso, que fue desmantelado durante la II República.
Donde la calle Sacramento desemboca en la calle Mayor, se encuentra la iglesia de las bernardas del Sacramento o iglesia del Sacramento, que es una iglesia de finales del siglo XVII. adquirida por el Ministerio de Defensa de España hacia 1980 para ser la sede del Arzobispado Castrense. Su nombre es Catedral de las Fuerzas Armadas de España, popularmente llamada Catedral Castrense.
En 1982 fue declarada Monumento Artístico Nacional. En su interior guarda la imagen de El Cristo de los Alabarderos, que procesiona en la tarde del Viernes Santo, y que en su estación de penitencia hace su salida por la puerta del Príncipe del Palacio Real de Madrid.
Al lado de 'Casa Ciriaco', en el numero 86 de la calle Mayor se encuentra el 'Palacio de Abrantes' que, construido entre 1653 y 1655 por el arquitecto Juan Maza, edificio que actualmente acoge al 'Instituto Italiano de Cultura de Madrid', embajada cultural de Italia en Madrid, que promueve las artes y las ciencias italianas, y que organiza anualmente una gran variedad de actividades culturales, como por ejemplo exposiciones, cursos de cocina o conferencias, entre otras.
En la calle Mayor también se pueden encontrar otros edificios de tipo modernista, siendo uno de los mas significativos, el situado en el número 16, construido en 1909, por los arquitectos Miguel Mathet y su hijo Pedro Mathet, para que la compañía de chocolates 'La Colonial' se instalara en el centro de la ciudad.
Al desaparecer la compañía 'La Colonial', se instaló en el local de la planta baja una perfumería de Conrado Martín. Por este motivo, el edificio también fue conocido como Conrado Martín, aunque en la actualidad tampoco están allí.
A pocos metros, y también de estilo modernista, en el número 5 de esta misma calle, se encuentra 'La Casa de Ruiz de Velasco', a partir de un encargo de los hermanos Bonifacio y Pablo Ruiz de Velasco, dos empresarios textiles que instalaron en su planta baja y entresuelo una tienda de tejidos, aunque las plantas superiores fueron destinadas a viviendas de lujo.
Para terminar con este tema de los edificios modernistas de la calle Mayor, en el número 27, detrás de la plaza Mayor, con fachada tanto a la calle Mayor como a la calle Felipe III, quizás no tan peculiar como los anteriores pero que conozco bastante bien y es que en su 2º piso he pasado mi niñez. Finalmente, mi hermana y yo adquirimos la finca y la vendimos posteriormente.
Para finalizar el recorrido por la calle Mayor y sus aledaños, visitamos el mercado de San Miguel, que está situado en la plaza de San Miguel, plaza al lado de la calle Mayor y de la plaza del mismo nombre y arranque de la Cava de San Miguel, es uno de los pocos y mejores ejemplos de arquitectura de hierro de la ciudad.
Se construyó en dos fases entre los años 1913 y 1916, inspirado en el mercado de Las Halles de París, e inaugurado en mayo de 1916 como mercado cerrado de abastos, pues anteriormente funcionaba como mercado 'al descubierto' (especializado en la venta de pescado) en la plazuela que quedó al derribarse la antigua iglesia parroquial de San Miguel de los Octoes, edificio que, a pesar de ser reconstruido después del terrible incendio que lo destruyó, quedo en un estado preocupante lo que aconsejó su demolición. De la iglesia demolida heredó el nombre.
El edificio del mercado de San Migueles es de planta rectangular. Posee dos plantas, cada una de ellas con una superficie casi 2000 metros cuadrados. Cuando era un mercado, los puestos de su interior se organizaban a lo largo de nueve calles de la zona superior.
En la actualidad los puestos de venta se han convertido en bares y en zonas de estancia con mesas altas. Para garantizar la higiene del local se construyó con entarimado. El diseño de hierro y cristal permite que la luz de su interior sea natural.
Se remodeló y se convirtió en el primer mercado gastronómico de Madrid, que fue inaugurado en mayo del 2009. Actualmente se puede encontrar productos de gran calidad, alimentos de temporada, asesoramiento gastronómico con la posibilidad de probar aquello que va a formar parte de la cesta de la compra, o bien comer de picoteo.
Plaza Mayor y sus alrededores.-
En la urdimbre urbana de la Villa y Corte de Madrid destacan dos plazas de incomparable transcendencia en su historia: la plaza Mayor y la plaza de la Villa. De esta segunda ya he hablado exhaustivamente al comienzo, por lo que me centraré en la primera.
A la plaza Mayor la define Miguel de Unamuno como 'archivo de majeza', en su libro 'Paisajes del Alma', al tiempo que dice que "le trae recuerdos de su hermana mayor, la de Salamanca ..."
La plaza Mayor se ubicó, en el siglo XIV, en la confluencia de los caminos de Toledo y de Atocha, en donde se celebraba el principal mercado de la Villa. Entonces se construyó la primera casa porticada, que se utilizó como lonja. En 1590, bajo el reinado de Felipe II, se derribaron los edificios de la antigua plaza y se inició la construcción del primero de edificio (La Casa de la Panadería) de la nueva plaza. Esta nueva plaza Mayor fue concluida en 1619.
La plaza Mayor, ha servido de escenario de numerosos actos públicos como entradas reales, proclamaciones de soberanos, bodas de alto rango y festejos regios, así como de ajusticiamientos, 'Autodafé' del Santo Oficio o Inquisición en los siglos de la Edad moderna, autos sacramentales, procesiones, y aparte de albergar el principal mercado de la Villa, ha sido también el escenario de corridas de toros, torneos, juegos de varas y cañas, .... Asimismo en ella fue beatificado San Isidro, patrón de Madrid. En la actualidad y desde 1860 en ella se instala el tradicional mercado navideño. Igualmente, y bajo sus soportales, se instala todos los domingos y festivos por la mañana el mercado de filatelia y numismática.
La plaza Mayor ha sufrido tres grandes incendios en su historia, ocurriendo el primero de ellos en 1631. El segundo incendio tuvo lugar en 1670, produciéndose el último, que arrasó un tercio de la plaza, en 1790.
La estatua ecuestre de Felipe III se colocó en el centro de la plaza en 1848. Esta estatua fue origen de un atentado durante la II República. Aprovechando que la figura era hueca y tenía una abertura en la boca del caballo, le introdujeron un artefacto explosivo, que reventó la panza del animal. Reparado los daños se selló la boca del caballo a fin de que no fuese posible introducir ningún objeto.
Este centro del Madrid Antiguo ha tenido su vegetación a partir del siglo XIX, y es que, a fin de alejar de ella la fiesta de los toros, a mediados de este siglo se decidió que la plaza Mayor albergara un fastuoso jardín, vegetación que ha permanecido hasta que fue retirada en 1920, pero manteniendo los bancos y dos fuentes.
Al tiempo, existía tráfico a su alrededor, tráfico que accedía a la plaza por la calle de Gerona (continuación de la calle de Atocha) y la abandonaba por las calles de Felipe III y de Ciudad Rodrigo, hacía la calle Mayor, así como por la calle de Toledo. También ha sido un aparcamiento (en superficie) de vehículos.
Con la construcción del aparcamiento subterráneo en la década de los años 70, se restauró la plaza quedando con el aspecto que tiene ahora.
La calle de Toledo, que se asienta sobre lo que era el viejo camino que llevaba a la ciudad toledana. Era por donde accedían diversas mercancías y víveres procedentes de la provincia a la villa, por lo que sus casas eran lugar de aposento, así como las vecinas de la Cava Baja donde se encontraban la mayoría de los mesones, hoteles y posadas de la ciudad.
La calle de Toledo nace en la plaza Mayor, en lo que se llama el arco de Cofreros, mantiene los soportales de esta hasta su intersección con la calle Imperial, sigue hasta la hasta la puerta de Toledo, y muere en la glorieta de Pirámides y el puente de Toledo, puente que permite cruzar el río Manzanares.
Bajando por la calle y muy cerca de la plaza Mayor, deja a un lado la plaza de Puerta Cerrada y enseguida nos encontramos a la izquierda uno de los edificios más característicos de esta calle, la Colegiata de san Isidro, construida en 1651.
La Colegiata de san Isidro el Real, situada en el número 37 de esta calle de Toledo, fue la catedral provisional de la ciudad hasta 1993, año en el que se consagró la Catedral de la Almudena. El edificio fue construido en el siglo XVII como iglesia del antiguo Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, que se encuentra anexo al edificio. En ella se custodian los restos mortales de san Isidro, patrón de Madrid, y de su esposa, santa María de la Cabeza.
Un poco más adelante llegamos a la plaza de La Cebada, donde se asienta el mercado del mismo nombre. Desde aquí y hasta la puerta de Toledo corre paralela a la Ribera de Curtidores donde se asienta el rastro madrileño. A partir de la puerta de Toledo y hasta morir en la glorieta de Pirámides la calle se ensancha, llamándose antes paseo de los Ocho Hilos, por las ocho hileras de árboles que tenía.
El mercado de La Cebada es de uno de los mercados de abastos más grandes de Madrid. Se encuentra situado en el número 15 de la plaza de la Cebada, plaza en la que uno de sus lados es la calle de Toledo.
Este mercado fue inaugurado en 1875, convirtiéndose pronto en uno de los más importantes de Madrid. La estructura de la construcción era una innovadora y modernista mezcla de hierro y cristal, estando inspirado en el mercado de Les Halles en París. En 1956, incomprensiblemente fue derribado, siendo sustituido por una estructura nueva de hormigón, siendo inaugurado en 1962. En el nuevo mercado destacan las cúpulas exteriores que años más tarde, fueron pintadas de colores dando lugar a su aspecto actual.
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